
Acelerando, la aguja del tacómetro marca el compás del zumbido que el motor del compacto deja escapar tras de sí, cambio de marcha y paso por debajo de aquel letrero que dice “Gracias por visitar la Ciudad de México”.
Acelerando, la aguja del tacómetro marca el compás del zumbido que el motor del compacto deja escapar tras de sí, cambio de marcha y paso por debajo de aquel letrero que dice “Gracias por visitar la Ciudad de México”.