Hoy es 12 de marzo.
Desde hace dos años me di cuenta de una cosa muy importante: Que los lugares son indiferentes al devenir del tiempo y de nosotros; no así las personas, quienes nos recuerdan.
Hoy rescato esta idea, después de haber tenido la visita de uno de los mejores amigos que pude haber conocido jamás, agregando, desde luego a las personas que en ese momento compartimos este mismo afecto (perfectamente saben quienes son). No obstante, después de casi cuatro años de ausencia, siendo el último que faltaba, hemos celebrado de nuevo juntos en Madrid.
Normalmente cuando uno sale de estudiante a otro país, conoce una infinidad de personas y de gente. La diferencia entre ellas, aunque parezca un pleonasmo, radica en que las personas son los individuos que logramos conocer y ellos a nosotros, se establece un diálogo y aún más, el afecto, las vivencias y el permitirse conocer más allá de lo elemental. Afortunado es quien logra establecer este vínculo y más, cuando logra extenderlo a través del tiempo y la distancia.
Las despedidas suelen acompañarse de promesas, mismas que suelen romperse. Cuando las palabras que guardan en ellas, persisten. Realmente es cuando la amistad trasciende. Más aún cuando esas promesas se hicieron bajo el techo de la "embajada" y se selló el compromiso, bajando una bandera.
Después de todo, yo le llamaría la especial relación de México con Suiza, mi especial relación con personas increibles: Mickey y Julio. De alguna forma, sabiamos que volveríamos… sabemos que volveremos.
Hace dos años que volví a Madrid, una recepción cálida y una despedida fría… ¿no se supone que juré no volver a esta ciudad? Bueno, después de todo fue la casualidad. Ahora es muy diferente.
Hoy las palabras del día: Grociano // Estatocentral // Constructivismo (Aburridas, pero son de la Teoría de las RRII)