A ti, por saberme escuchar…
¿No te ha dado por escuchar la radio, si es posible decirlo sin incurrir en un error conceptual, a través de Internet? Pues últimamente me ha dado por desempolvar (quitar el polvo por si se te ocurre otra referencia) mi vieja PSP y activar la "radio" que tiene. En verdad, hay una gran variedad de estaciones, casi todas alternativas programando una impresionante variedad de música en todo género: desde las más comerciales hasta pop croata o música tradicional turca sin ir más lejos. Escuchar música en otro idioma es, creo, como volver a ser un niño sin habla que trata de comprender los sonidos acompañados de ritmos incontestables pero que estimulan. Te invito a hacerlo, en cierta forma se puede emular lo que algunos jóvenes curiosos del mundo en otras épocas hacían: cazar ondas hertzianas de todo el mundo en un radio de onda corta.
Como individuos la tecnología nos acerca tanto como nos aleja. Es irónico pensar que en la llamada "Aldea Global" habiten pequeñas islas tecnológicas habitadas por pequeñas comunidades en torno a redes y gadgets, limitadas por sí mismas y su conectividad. También resulta interesante pensar en la capacidad de difusión que pueden tener cualquier mensaje y llegar a miles de receptores, humanos finalmente. Incluso pienso que, en una gran proporción, casi todas las palabras que leemos en la Web en algún momento fueron escritas a través de un teclado, diseñadas con algún dispositivo, todo eso implica una acción física concreta y desde luego el consumo de energía para realizarla, dedos movidos por músculos, huesos e impulsos nerviosos, si se quiere desde una forma mecánica o no tanto, quizás de un sistema a otro.
Alguna vez me has escuchado esta afirmación, posiblemente con cierta crítica, pero tu me dirás si "a mayor disponibilidad de información, el individuo se encuentra más confundido y menos informado"… yo creo que sí, e incluso agregaría que -como siempre- la información está codificada: No está al alcance de todos y si lo está no cualquiera puede interpretarla. Después de todo es conocimiento y éste se limita por facultad propia o dimensión. Veamos un ejemplo: cualquier usuario común con un conocimiento promedio y una formación media, con un acceso relativamente abierto a televisión y radio, difícilmente realizará una búsqueda o dará con una página tan simple como la de una tienda, un supermercado, en el otro lado del mundo. Es trivial mi ejemplo, pero clarifica el concepto de que solemos movernos entre aquello que conocemos y que nuestras limitaciones son inherentes; por ejemplo, estoy seguro que hay páginas muy bien diseñadas y blogs super interesantes en Rusia, Dinamarca y Suecia pero como no conozco el idioma o el nombre, pues me es imposible acceder a ellas. Me condicionan factores culturales, sobre todo de aprendizaje, más aún si se tratara de encontrar páginas cuyos contenidos sean especializados en ramas de la química o las matemáticas cuyo lenguaje son los signos o diagramas, incomprensibles desde mi posición.
El concepto de multiculturalidad es complejo y relativo: Si uno anda por Europa viajando y por cada nicho lingüístico visitado, uno accede a una computadora por cada uno de ellos, nos daremos cuenta que en primer lugar, el orden de las letras o caracteres cambia; en segundo lugar, nos faltarán letras y posiblemente haya algunas cuyo uso desconoceremos. No obstante, reconocemos símbolos como un conjunto de cuadros multicolores, una letra "e" rodeada de una elipse, y un triangulo orientado al lado derecho. De acuerdo con algunos expertos, hoy en día existen poco más de 200 símbolos globales que en todo el mundo se entienden sin mayor complicación o malinterpretación. Su éxito radica en la sencillez y en la comunicación por gestos… ¿ o como habrían evolucionado los famosos emoticons? ¿no es por eso el éxito de la tecnología de pantalla táctil?