Por las mañanas me levanto temprano. Durante el tiempo que me preparo, en casa, suelo ponertelevisión extranjera, en este caso las noticias de RTVE, la 1 en todo caso, y el Telediario (una palabra que no usaba desde ya bastante tiempo) me despertó con la noticia de un tremendo debate parlamentario entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy Brey. La ironía del debate, las miradas atentas de las más guapas ministras del Gobierno Español, la Ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, y la Ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendía, me dejaron clavado y pensando en que hace justamente tres años la situación en España era muy distinta.
Se dicutía el aumento del euribor, la inflación y la burbuja inmobiliaria, incluso el regreso de las tropas de Afghanistán y muy poco sobre la solvencia de algunas cajas, se mencionaba escuetamente una trama y un divorcio en la familia real sonaba a ecos, todos ellos callados por el apabullante paso de la selección española en la Eurocopa de 2008 (Grecia sólo era recuerdo de páginas deportivas y no primera plana) pero el futuro ya comenzaba a sonar. El pepino solo estaba enlas ensaladas. Era un verano caluroso el que dejé en Madrid, aquel cuya última estampa fue una despedida, la obra de Richard Rogers y páramos de tierra ocre desde el cielo, silencio, el sonido sordo del avión… el bullicio de huertas se había quedado cientos de metros atrás, como el ruidoso paso del metro entre fierros, las risas de amigos y mis pasos en la facultad.